Diáfisis del húmero

La mayor parte de estas fracturas se tratan de forma ortopédica: inicialmente, la fractura se alinea y se contiene con férulas de escayola y vendaje de Velpeau, para posteriormente emplear un yeso funcional. El yeso colgante de Caldwell (yeso muy grueso y pesado para favorecer la reducción por la fuerza de la gravedad) está indicado únicamente en fracturas espiroideas u oblicuas largas, anguladas y acortadas; en las fracturas transversas está contraindicado, ya que mantiene la fractura permanentemente sometida a distracción, amenazando su consolidación. Son quirúrgicas las fracturas que se adaptan a las indicaciones generales mencionadas al principio del tema, así como las fracturas bifocales, siendo también una indicación relativa de tratamiento quirúrgico la fractura transversa de tercio medio en paciente joven, que puede tratarse de forma conservadora, pero que precisa un seguimiento muy estrecho para detectar y corregir su desplazamiento. También puede considerarse indicación relativa de cirugía la obesidad extrema, que dificulta el control de la fractura con yeso y vendaje por el volumen de las partes blandas del brazo y el tronco (Figura 13). 


La principal complicación aguda de las fracturas de diáfisis humeral es la lesión del nervio radial ; es más frecuente en la fractura oblicua de tercio distal (fractura de HolsteinLewis). La lesión del radial suele ser una neuroapraxia que normalmente se recupera en tres o cuatro meses, y que sólo requiere abordaje quirúrgico si empeora al intentar la inmovilización con tratamiento conservador o en las fracturas abiertas

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