Extremidad distal del húmero
Sus fracturas se clasifican en tres grandes grupos: fracturas supracondíleas o supraintercondíleas de húmero distal (fracturas de paleta humeral), fracturas del cóndilo humeral y fracturas de epicóndilo o epitróclea.
Las fracturas de paleta humeral suelen ser intraarticulares, prácticamente siempre están desplazadas y presentan elevada conminución, bien por ser consecuencia de traumatismos de alta energía en pacientes jóvenes, bien por ocurrir en pacientes de edad avanzada con osteopenia. El tratamiento de elección es la reducción abierta anatómica y la osteosíntesis con dos placas (medial y lateral) lo suficientemente estable como para permitir iniciar la rehabilitación de la movilidad del codo de forma inmediata (Figura 14).



 En pacientes de edad avanzada con conminución y osteopenia en los que la solidez de la osteosíntesis obtenida no suele ser buena, la artroplastia de codo está surgiendo como una opción de tratamiento con muy buenos resultados. No obstante, en este tipo de fracturas, en algunos centros se opta por olvidar conscientemente la fractura (skillful neglect) y tratar de conseguir una cierta movilidad del codo. En los niños, estas fracturas se tratan mediante reducción cerrada, osteosíntesis con agujas de Kirschner percutáneas, y férula o yeso durante tres semanas (véase el Apartado Lesiones traumáticas del codo infantil, Capítulo 6). Las principales complicaciones de las fracturas de paleta humeral del adulto son rigidez (con o sin osificación heterotópica subyacente), ausencia de consolidación, artrosis postraumática y neuropatía cubital.

El cóndilo humeral puede sufrir una fractura osteocondral (fractura de Kocher-Lórenz) o fracturarse todo el cóndilo (fractura de HahnSteinthal). Debe intentarse la reducción abierta y osteosíntesis de la fractura, pero a veces, sobre todo en las primeras, no es técnicamente posible, y debe optarse por la extirpación del fragmento y movilización precoz (Figura 15).
Las fracturas de epicóndilo y epitróclea son extremadamente raras en el adulto y más frecuentes en el niño. Las de epitróclea se asocian a veces a luxación de codo. Estas fracturas pueden tratarse de forma conservadora, excepto cuando la epitróclea se interpone en una luxación de codo, impidiendo su reducción, lo que obliga a una cirugía para su reducción anatómica.


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